jueves, 27 de agosto de 2009

Google Apps (IV): Sites, un práctico FTP


Una de las aplicaciones prácticas de Google Sites es la de almacenar y compartir archivos al margen de la funcionalidad propia de Google Docs (también implementada en Apps). Como vemos en la imagen de arriba, cuando se crea una página nueva se tiene acceso a una página en blanco o a plantillas preconfiguradas para facilitar la disposición de los elementos como archivos preparados para su descarga o ejecución.

Teniendo en cuenta que la capacidad de almacenamiento de Google Apps es de 10 Gb, siempre que no se abuse de esta función o se haga un mantenimiento adecuado de los archivos, resulta una herramienta útil si no se dispone de un área de FTP para la transmisión de archivos. En el mundo de la publicidad, con frecuencia necesitamos remitir a medios y clientes archivos que exceden los tamaños admitidos por muchos proveedores de correo electrónico. Los ficheros de arte final para artes gráficas o documentos de multimedia son, con frecuencia, voluminosos. Por ello es mucho más fácil "subirlos" a un área privada y proporcionar al destinatario una dirección, con nombre de usuario y clave de acceso para su descarga, sin depender de las demoras y limitaciones de servidores y cuentas de correo electrónico.

Además, el uso corporativo de páginas con formato de archivador propicia una difusión controlada del material, así como mayor inmediatez a la hora de descargarlo. Si, además, cuidamos el diseño y la clasificación en carpetas de los archivos cargados a la página, siempre haremos más fácil su utilización.

Según los permisos atribuídos a los usuarios, se podrá acceder a los archivos o también subirlos o eliminarlos. Otra utilidad interesante es la posibilidad de suscribirse a los cambios que se realicen en la página, de tal manera que recibiremos cualquier actualización por correo electrónico, en lugar de andar consultando periódicamente el sitio web para comprobarlo.

sábado, 8 de agosto de 2009

Radio online


(Imagen: Idoia)

Uno de los factores determinantes del salto de los medios tradicionales a Internet ha sido el acceso del ciudadano a la banda ancha. La llegada de la ADSL y la fibra óptica permite que en los hogares podamos acceder con una velocidad "decente" a contenidos multimedia. Así, periódicos, radios y televisiones se han lanzado a dar unos servicios cuyo valor añadido es el acceso a los contenidos "por demanda", lo que en los formatos tradicionales o bien resulta imposible o implica una tecnología muy cara y larga de implantar.

La radio online es sin duda una de las iniciativas volcadas a Internet más interesantes. Todo lo que necesita la radio es un impulso tecnológico, que seguramente es mucho menos costoso que la implantación de nuevas redes de emisoras con toda la infraestructura y el mantenimiento que ello supone. Porque en lo que se refiere a contenidos, a producción, redacción, realización, el coste es cero, dado que es la misma infraestructura que se utiliza para la emisión tradicional -nos estamos refiriendo, claro está, a las versiones online de las radios que encontramos en el dial-.

Una de las ventajas de esta modalidad de radio es la ausencia de fronteras. Se puede escuchar Radio Euskadi desde Damasco o Nueva York, con la misma calidad (y dependiendo de la velocidad de nuestra conexión, mejor) que lo que nos llega por las ondas herzianas. Además, si por la diferencia horaria nos perdemos un programa o una entrevista que nos interesa, recuperarlo es fácil con sólo sindicarnos a los podcasts o, en su defecto, utilizar una de las múltiples herramientas, con frecuencia gratuitas, con las que programar la grabación de ese contenido para escucharlo en diferido. La disponibilidad de estos contenidos a veces depende más de los derechos de autor que de la voluntad de quienes los producen.

La recepción de radio en Internet no requiere de programas de pago; los audio streammings y podcasts se pueden reproducir con los programas de audio que nuestro sistema operativo incorpora por defecto, los podemos volcar a nuestro iPod para escucharlo mientras paseamos; podemos colocar un enlace o un reproductor en nuestro blog o web a un contenido muy concreto para compartirlo.

En las emisiones online a tiempo real se emite la misma publicidad programada en la emisora. En el caso de las grandes cadenas nacionales, se escucharía también la publicidad local de la emisora central de la cadena; ése es quizá el punto que falla en lo que respecta a los anunciantes: la publicidad local, tan reducida a pequeñísimas franjas en casos como, por ejemplo la Cadena SER, debería ser más explotada online. Sólo resulta realmente beneficioso para los anunciantes a nivel nacional.

De momento, la audiencia online (un 10% de los oyentes de radio tradicional) no puede compararse con la que accede a la programación a través de receptores de radio. La radio a través de internet es difícilmente accesible cuando uno conduce o camina, o poco conveniente en el lugar de trabajo, donde el ancho de banda debe ser usado para otros propósitos. Las emisoras con mayor difusión en Internet son la SER y Los 40, seguidas por Onda Cero.