miércoles, 3 de junio de 2009

Qué es la web semántica

(Imagen: portada del diccionario de Casares)

Cuando por fin hemos entendido en qué consiste la web 2.0 y la hemos integrado en nuestra vida cotidiana, personal y laboral, llega el concepto de web semántica (también denominada 3.0) y si nos preguntan en qué consiste, no resulta fácil de explicar.

Siempre he encontrado grandes similitudes entre la lingüística y la informática, y es que son dos ciencias que comparten disciplinas, objetivos y terminología: comunicación, canal, contexto, estructura, código, lenguaje, sintaxis, morfología, semántica,... Todos estos términos nos resultan familiares y ya existían en el corpus de la filología. Y haberlos estudiado en ese ámbito resulta ciertamente práctico para entenderlos en el terreno de la informática.

Ahora a todo el mundo se le llena la boca de semántica (para mi gusto, una palabra preciosa, y una de las disciplinas más bonitas de la filología, la que más tiene que ver con lo que Jakobson denominó función poética, la que acerca la lingüística a la literatura). Igualmente, en el ámbito de la web, ocurre algo similar que, en pocos párrafos, voy a intentar explicar.

La definición más apropiada para web semántica que he encontrado (la traduzco del inglés) es la siguiente:

Silos de información altamente especializada, moderados por una personalidad, validados por la comunidad, y puestos en contexto con la inclusión de meta-datos a través de pequeñas aplicaciones (widgets).

Si la semántica es la disciplina de la lingüística que estudia el significado de las palabras y sus alteraciones según el contexto en que se ubican, la web semántica se vale del significado, el contexto y la interrelación de los datos para la organización de sus contenidos y propiciar una adecuada interactuación. La web, tal como la entendemos ahora, funciona a base de etiquetas y palabras clave que nos ayudan a localizar la información de una forma superficial y básica. Sin embargo, la web 3.0 aporta sistemas de descripción de contenidos que propician que motores de búsqueda y gestores de contenido "entiendan" el significado de las etiquetas y realicen búsquedas "inteligentes"; es decir, cuando busquemos un elemento, no buscará por el término en sí, sino valiéndose del significado del mismo.

Microsoft se encuentra ya inmerso en la adaptación de Internet Explorer 8; lo que no está tan claro es la usabilidad y compatibilidad del nuevo estándar HTML 5 para la programación de páginas web, dado que para que funcione adecuadamente las webs han de tener un código bien etiquetado, para los motores de búsqueda 3.0.

Algunos auguran que la web 3.0 puede hacer que las redes sociales pierdan fuerza, ya que se impondrá el people search (búsqueda de gente) a través de los motores de búsqueda semánticos; se mantendrá la actividad de blogs, y crecerá la de los microblogs, aumentando el uso de los feed (sindicación de contenidos) gracias a la proliferación de potentes widgets y a la extrapolación de toda la información y herramientas a soportes móviles.

Para terminar esta escueta explicación, recomiendo revisar esa maravilla de Diccionario Ideológico de Julio Casares (lástima que no esté puesto al día); en él podemos ir de la idea a la palabra y viceversa. Esencial.

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